Archivos en la Categoría: The Beatles – A Day In The Life

The Beatles – A Day In The Life

«A Day in the Life» –en español: «Un día en la vida»– es una canción de la banda británica The Beatles y el último tema del álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de 1967.

Acreditada a Lennon-McCartney, la canción incluye distintos fragmentos que fueron escritos por los miembros de la banda John Lennon y Paul McCartney por separado, con la colaboración de una orquesta adicional, siendo esta una de las últimas veces en que realizaron una canción juntos como en sus primeros años. Mientras la letra de Lennon estaba inspirada en artículos periodísticos de aquella época, McCartney se inspiró en su juventud. La decisión de relacionar secciones de la canción con crescendos orquestales y de terminar la misma con un acorde sostenido de piano se idearon solo después de que la canción fue grabada.

Inicialmente la BBC prohibió la difusión de la pieza pues la línea «I’d love to turn you on» («Me encantaría excitarte») que se menciona en la canción se suponía que hacía referencia a las drogas. Desde su lanzamiento, ha aparecido como lado B y en numerosas recopilaciones del grupo. Ha sido versionada por otros artistas, incluyendo a Bobby DarinNeil YoungJeff BeckThe LibertinesThe Bee GeesPhish y desde 2008, por McCartney en sus interpretaciones en vivo. Considerada por muchos como una de las obras maestras de la banda de Liverpool y como una de las mejores canciones de la historia. Ocupa el puesto 28 de las 500 más grandes canciones de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone.


Existe cierta controversia sobre la inspiración del primer verso. Algunos creen que fue escrito en relación con la muerte de Tara Browne, heredero de 21 años de la fortuna Guiness, y amigo íntimo de Lennon y McCartney, quien chocó su Lotus Elan el 18 de diciembre de 1966, cuando un Volkswagen lo arrojó hacia a un lado de la calle en su camino hacia Redcliffe Gardens, Earls Court.​ En numerosas entrevistas, Lennon ha afirmado que esta era la inspiración principal del verso. Sin embargo, George Martin comentó que es una referencia a las drogas (así como la frase «I’d love to turn you on» y algunos otros pasajes de la canción) y que mientras escribía la letra, Lennon imaginaba a un político ficticio que se había detenido en un semáforo.

La descripción del accidente en «A Day in the Life» no es una descripción literal del fatal accidente de Browne. Lennon dijo: «Yo no copié el accidente, Tara no se destrozó la cabeza, pero eso estaba en mi mente cuando estaba escribiendo ese verso. Los detalles del accidente en la canción —no haber notado el semáforo y el público alrededor del sitio— fueron similarmente parte de la ficción.»

Lennon también agregó información sobre una película en la línea «The English Army had just won the war» («El ejército inglés acababa de ganar la guerra»), en referencia a su papel en la película How I Won the War, publicada el 18 de octubre de 1967.4​ El último verso estaba inspirado en una noticia del Daily Mail en enero de 1967, que hablaba sobre un elevado número de hoyos en Blackburn, un pueblo de Lancashire. Sin embargo, Lennon tuvo problemas con las palabras del último verso, no tenía idea de como conectar «Now they know how many holes takes to» («Ahora que saben cuántos hoyos toma») y the Albert Hall. Su amigo Terry Doran le sugirió que lo conectara con la palabra fill («llenar») el Albert Hall.5

McCartney dio la parte central de la canción, una pequeña parte de piano en la que estaba trabajando independientemente, con una letra acerca de una persona común en una inusual mañana rutinaria, que lo conduce a la reverbera. Él había escrito la pieza como una recopilación de sus años de juventud, en la que incluyó irse en autobús, fumando y yendo a clases.​ Lennon dijo: «Yo tenía la mayoría de la canción y las palabras, pero él contribuyó con esta pequeña probada que tenía alrededor en su cabeza y que no podía usar para nada», refiriéndose a la sección de McCartney.


The Beatles comenzaron la grabación de la canción con el título de trabajo de «In the Life of…», el 19 de enero de 1967, en un innovador y creativo estudio que semanas anteriores había sido utilizado para las grabaciones de «Strawberry Fields Forever» y «Penny Lane».8​ Las dos secciones de la canción fueron divididas por un puente de 24 compases. Al principio, no estaban seguros sobre cómo unir estas transiciones. Así, que al término de la grabación de las pistas base, la canción solamente consistía en una simple repetición de cuerdas de piano y la voz del asistente Mal Evans contando los compases. La voz de Evans iba aumentando gradualmente en eco.

La primera sección de la canción termina con el sonido de un despertador provocado por Evans. La intención original era editar el sonido de la alarma cuando la sección faltante fuera rellenada, sin embargo, esta se acopló a la primera línea de la sección de McCartney, que dice «Woke up, fell out of bed» («Me desperté, caí de la cama»), por lo que se decidió dejar el sonido.

La estructura básica de la canción fue mejorada con una remezcla y la adición de partes que fueron grabadas el 20 de enero y 3 de febrero.​ Sin embargo, no existía una solución para unir los dos puentes de 24 compases de la canción, hasta que McCartney sugirió la idea de unirlo con una orquesta completa.​ Para prevenir que los músicos de la orquesta fueran a improvisar en la sección, el productor George Martin orquestó de manera imprecisa en la sección.

La sección orquestal fue grabada el 10 de febrero de 1967, con McCartney y Martin dirigiendo a 40 instrumentistas de la orquesta. La sesión de grabación fue completada con un costo total de $367 para los músicos, algo excesivo para aquella época.9​ Más tarde, Martin describió su improvisación en la partitura para la orquesta, que quedó desconcertada al conocerla:

«Lo que hice fue escribir la nota más baja posible para cada uno de los instrumentos de la orquesta. Al final de los puentes de 24 compases, escribí la nota más alta cerca de un acorde en Mi mayor. Entonces puse una serpenteante línea alrededor de los puentes, con puntos de referencia para decirles más o menos lo que debían de hacer al llegar a los puentes. Por supuesto, todos me miraron como si estuviera completamente loco.»

Según McCartney, la sección de cuerdas fue capaz de mantenerse en el ritmo establecido, mientras que las trompetas fueron «mucho más agresivas».

McCartney originalmente quería una orquesta de 90 elementos, pero esto no fue posible; la diferencia fue arreglada, como el semi-improvisado segmento fue grabado varias veces, posteriormente cuatro grabaciones diferentes fueron mezcladas para formar un solo crescendo masivo.​ Los resultados fueron exitosos; en la edición final de la canción, el puente orquestal es repetido después del verso final.

Hubo un acuerdo para que la orquesta fuera filmada por NEMS Enterprises para transmitirlo en un futuro especial televisivo.​ El video nunca se publicó en su totalidad, aunque algunas partes se puede ver en la película promocional de «A Day in the Life», que incluye escenas donde aparecen algunos invitados al estudio como Mick JaggerMarianne FaithfullKeith RichardsDonovanPattie Boyd y Michael Nesmith.

Reflejando su gusto por la experimentación y el vanguardismo en este momento de su carrera, la banda pidió a los miembros de la orquesta que utilizaran un disfraz en la parte superior de su traje. Esto dio lugar a que los instrumentistas utilizaran cualquier cosa, desde narices falsas hasta parches falsos en los pezones. Martin recuerda que el violinista principal se disfrazó usando una pata de gorila, mientras que un fagotista colocó un globo al final de su instrumento.

Debido a las múltiples tomas necesarias para perfeccionar la cacofonía orquestal y el acorde final, así como su considerable dilación en la composición de la canción, la duración total del tiempo dedicado a la grabación de «A Day in the Life» fue de 34 horas.14​ En contraste con el primer trabajo del grupo, su álbum debut Please Please Me, que fue totalmente grabado en solo 10 horas.


El acorde final

La canción termina con uno de los acordes finales más famosos en la historia de la música.​ Lennon, McCartney, Starr y Mal Evans en cuatro pianos diferentes, con Martin en el armonio, tocaron el acorde Mi Mayor simultáneamente. El acorde se mantuvo durante algo más de cuarenta segundos incrementando el volumen de la grabación a medida que la vibración se apagaba. Cerca del final del acorde el volumen de grabación es tan alto que se pueden percibir los diversos sonidos del estudio, incluyendo los susurros de los papeles y el chirrido de unos de los zapatos de Ringo, cuando se cambia de posición en la que estaba parado (McCartney le lanzo una mirada asesina por eso).18

El acorde de piano fue en lugar de un experimento vocal fallido: en la noche siguiente a la sesión de grabación de la orquesta, los cuatro Beatles habían grabado un final con sus voces, tarareando el acorde, pero decidieron que querían algo con más impacto.


Variaciones

En el álbum Sgt. Pepper, el inicio de «A Day in the Life» es combinado con los aplausos del final de la canción previa «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (Reprise)». En el álbum recopilatorio The Beatles 1967–1970, «A Day in the Life» comienza igual que en la versión de Sgt. Pepper, pero en la versión en CD de 1967–1970, la canción se inicia limpia, sin ninguna combinación.

Tras finalizar «A Day in the Life», en el álbum Sgt. Pepper (primero lanzado como LP en el Reino Unido años más tarde en formato CD en todo el mundo) existe un sonido de alta frecuencia (15 kHz) y posteriormente unos ruidos de voces extrañas que se desvanecen en el silencio y algunos segundos de frases aparentemente invertidas, las cuales fueron grabadas a propósito por el grupo en el estudio, como parte de una broma. De lo que se entiende se puede rescatar la frase “Never Could See Any Other Way”.

El álbum Anthology 2 incluye una primera versión sin-orquesta de la canción y Anthology 3 incluye una versión de «The End», que concluye con el acorde final de «A Day in the Life» que se reproduce hacia atrás y luego hacia adelante.

En la versión del álbum Love la canción comienza con Lennon cantando la línea «sugar plum fairy». En esta versión las cuerdas son más predominantes en los crescendos.


Supuesta referencia a las drogas

La canción fue objeto de polémica por su supuesta referencia a las drogas. El 1 de junio de 1967, día en que el Sgt. Pepper fue publicado, la BBC anunció la censura de «A Day in the Life» de las estaciones británicas debido a la línea «I’d love to turn you on» («Me encantaría excitarte»), que de acuerdo con la corporación, incitaba el consumo de drogas.1​ Otra parte que supuestamente hace referencia a las drogas son las frases «found my way upstairs and had a smoke / and somebody spoke and I went into a dream» («encontré el camino de subida por las escaleras y me puse a fumar / y alguien habló y caí en un sueño») Un portavoz de la BBC dijo: «Hemos escuchado esta canción una y otra vez. Y estamos de acuerdo en que parece ir un poco demasiado lejos, y podría fomentar una actitud positiva ante el consumo de drogas.»

Lennon y McCartney negaron que hubiera referencias de drogas y se quejaron públicamente sobre la prohibición en una cena de su mánager, Brian Epstein. Lennon dijo que la canción era simplemente de «un accidente y su víctima», y llamó a la línea en cuestión «la más inocente de las frases».​ Sin embargo, George Martin comentó más tarde que él siempre había sospechado que la línea «found my way upstairs and had a smoke» («encontré el camino de subida por las escaleras y me puse a fumar») era una referencia a las drogas, recordando que la banda algunas veces «desaparecía y tenía un pequeño soplo», presumiblemente de marihuana, pero no delante de él.

Cuando el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band fue lanzado en el sur de Asia, Malasia y Hong Kong, «A Day in the Life» fue excluida junto con «With a Little Help from My Friends» y «Lucy in the Sky with Diamonds», debido a sus supuestas referencias a las drogas.


Recepción

«A Day in the Life» es a menudo reconocida como una de las canciones más influyentes de The Beatles. Paul Grushkin en su libro Rockin’ Down the Highway: The Cars and People That Made Rock Roll, llama a la canción «uno de los más ambiciosos, influyentes y revolucionarios trabajos en la historia de la música popular».

 En From Craft to Art: Formal Structure in the Music of the Beatles, la canción es descrita así: «’A Day in the Life’ es tal vez uno de los temas más importantes en la historia de la música rock, con solamente cuatro minutos y cuarenta y cinco segundos, seguramente debe ser una de las piezas más breves pero épicas en el rock.»​ En Allmusic, el crítico Richie Unterberger comenta: «’A Day in the Life’ es el coda inesperado e incisivo de un álbum que es considerado una notable síntesis del verano del amor (…) Después de eso, no ha habido más regla a seguir, los grupos de pop y rock lo han intentado todo, para bien o para mal. Irónicamente, muy pocos han tenido éxito en llegar en la cima musical que aquí The Beatles se lo propusieron y lograron.»

De la misma manera, a menudo aparece en las listas de las mejores canciones. Según el sitio agregador de listas Acclaimed Music, es la 3era canción más aclamada por los críticos de todos los tiempos, y la más aclamada de los Beatles.​ Fue colocada en la duodécima posición por la CBC en su programa de radio sobre las 50 mejores canciones 50 Tracks, la segunda mejor colocada del grupo después de «In My Life».26​ Ocupó el primer lugar de la lista elaborada por la revista Q de las 50 mejores canciones británicas de todos los tiempos, y apareció en la lista de las 101 mejores canciones de The Beatles, publicación de la revista Mojo, que fue elaborada por un panel de músicos y periodistas.​ De la misma manera fue denominada por el Salón de la fama del Rock como una de las 500 canciones que formaron el rock.

En 2004, Rolling Stone posicionó a «A Day in the Life» en el número 28 de la lista de las 500 mejores canciones de todos lo tiempos.31​ Está inscrita en el número 5 en la publicación de Pitchfork Media de las 200 mejores canciones de la década de 1960.​ En 2010, fue denominada por Rolling Stone la mejor canción de The Beatles, en un especial de la editora con las 100 mejores canciones del grupo. La lista fue confeccionada con ocasión del 50 aniversario de la formación del grupo de Liverpool y el 40 de su disolución.

También fue nominada a un Grammy en 1967 por «Mejor Arreglo de Acompañamiento Vocal o Instrumental», sin embargo, perdió ante la canción «Strangers in the Night» de Frank Sinatra.

El papel de Starr tocando la batería en «A Day in the Life» es comúnmente denominado como una de sus mejores actuaciones. Phil Collins, el batería de Genesis, comentó, «(…) La batería de Starr en ‘A Day in the Life’ es sumamente compleja. Podrías tomar a un gran baterista el día de hoy y decirle: ‘Lo quiero así.’ Realmente, no sabría qué hacer.»

El 27 de agosto de 1992, el manuscrito con la letra original de la canción, que en ese entonces pertenecía a Mal Evans, se vendió por la cantidad de 100,000 dólares (£56,600) durante una subasta organizada por Sotheby’s en Londres. De nuevo fue subastado en 2006 por Bonhams en la ciudad de Nueva York. La oferta comenzó el 7 de marzo de 2006 con ofertas iniciales de alrededor de $ 2 millones.​ La hoja de letra fue subastada por Sotheby’s de nuevo en junio de 2010. Fue comprada por un anónimo estadounidense que pagó £810,000 por ella ($1,200,000).